Una joya en Basel. La comida está increíble: hamburguesas jugosas, paninos llenos de sabor y patatas perfectas. Está ubicado en una plaza con muy buen ambiente, ideal para comer tranquilo o con amigos. El trato del personal es excelente: cercanos, amables y siempre pendientes de que todo esté bien.
El trato del personal ha sido encantador y muy cercano, da gusto encontrar lugares así. La hamburguesa estaba espectacular, realmente de las mejores que he probado en Basilea. Y las patatas… además de ser de las más baratas de la zona, están brutales: crujientes, sabrosas y con un toque de paprika que me encanta.
Sin duda, un sitio al que volver una y otra vez.
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