Tengo a la perrita chihuahua de mi nieta a mi cargo por viaje. Esta perrita de bebé fue atendida por el Centro Capri de manera satisfactoria. Mi nieta dejó de traerla porque se volvió al Sur a vivir. Les he llamado el viernes porque la perrita vomitó y apenas comía. Me atendieron en las dos ocasiones que llamé estupendamente, tranquilizando y dando unas pautas que me sirvieran por si no mejoraba. Me dieron cita para el sábado pero no la utilicé pues mejoró mucho.
Sólo me queda dar las gracias a Evelyn y Miriam que me atendieron generosamente y con infinita paciencia y amabilidad aclararon mis dudas sin ningún interés económico.
Siguen en la misma línea que cuando yo acompañaba a mi nieta con la perrita, desbordando simpatía y profesionalidad.
Es la segunda vez que voy, primero con una perrita mayor hace tiempo y esta vez con un cachorrito de dos meses y en las dos ocasiones me han atendido cuatro personas diferentes, tanto en recepción como dentro y las cuatro chicas han sido de 10. Muy amables, muy familiar el trato y te dan mucha confianza. Por no hablar de la limpieza e higiene de la consulta y la recepción que era genial, además que tratan muy bien tanto a los animalitos como a sus dueños. Se nota la profesionalidad y la vocación. Recomendadísimo.
Es cierto, hay vocación y, además, el trato es un 10. Llamé y expliqué que mi gata estaba realmente débil, me escucharon atentamente y obtuve cita sobre la marcha incluso teniendo la agenda llena. La auxiliar me ayudó a encontrar la puerta saliendo a la calle. Rosa, la veterinaria, revisó a mi gata con mucho amor, fue muy cuidadosa y humana. El ambiente en las instalaciones es muy tranquilo. Me dio siempre opciones sin presionar y finalmente recomendó hospitalizarla derivándola a otro centro. Además, nos permitió esperar en otra sala más cómoda hasta que nos recogieran. Tienen tienda de accesorios y alimentación y promociones a precios muy razonables.