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No sabemos ni por dónde empezar para agradecer todo lo que hizo por nosotros. La señora Lenis no solo fue nuestra wedding planner. fue nuestra guía, nuestro apoyo y, en muchos momentos, la familia q no teníamos cerca durante toda la planeación.
Su profesionalismo, su organización impecable, su disposición infinita a decir siempre “sí” y su buen gusto hicieron q cada etapa del proceso fuera más fácil, más bonita y más especial. Vivimos fuera del país, y aun así nunca sentimos distancia. La Sra. Lenis se adaptó a nuestras diferencias horarias sin una sola queja, siempre dispuesta a tomar llamadas fuera de horario para darnos tranquilidad y avanzar en cada detalle.
Cuando aterrizamos en el país, fue ella quien nos recogió en el aeropuerto, un gesto q jamás olvidaremos xq nos hizo sentir cuidados, acompañados y realmente en casa. En cada reunión y cada mensaje se notaba su entrega genuina; nos trató con tanto cariño q, en muchos momentos, sentimos q no estábamos trabajando con un tercero, sino con alguien de nuestra familia.
Durante la planeación marcó tiempos, nos presentó excelentes proveedores y tomó nuestras ideas (incluso las más locas) y las transformó en realidad. Algo que valoramos muchísimo es que siempre nos presentó opciones que se ajustaban a nuestro presupuesto, sin sacrificar calidad. Gracias a ella, en ningún momento sentimos el “estrés” del q todo el mundo habla al planear una boda.
Y entonces llegó el día de la boda… el día más feliz de nuestras vidas. Nunca habíamos reído y sonreído tanto. Todo salió perfecto, simplemente mágico. Decoración espectacular, y su staff actuó con un profesionalismo admirable. Si hubo algún inconveniente, jamás lo supimos; la Sra. Lenis lo manejó todo de una forma excelente.
Gracias señora Lenis, por regalarnos no solo una boda hermosa, sino una experiencia inolvidable. Nuestra familia y amigos aún comentan nuestra boda como un evento mágico y no hubiera sido posible sin Ud. Te recomendamos con el corazón y los ojos cerrados. Eres un ángel que convierte sueños en momentos eternos.
Con Cariño,
Sandra y Cristian
