Siento mucho poner esta reseña,pero no me queda mas remedio que reportar lo que está pasando en muchos locales y restaurantes de ocio y restauración de la isla y sé que los culpables de esto no son ni los camareros, seguramente mal pagados y de temporada ni los clientes,pero de alguna manera hay que parar esta espiral.
hay una carta bien escueta de comida tirando a pretencioso a base de platos verdaderamente clásicos y de precios tirando hacia lo alto para dejar bien claro donde está uno,un club náutico, rodeado de vecinos de alto poder adquisitivo,en su mayoría, residentes extranjeros.
La carta de vinos es simplemente una burla ,las botellas empiezan desde 33€ las de un Rueda imbebible(Mesta) que a precio de copa sale por 7€ ,es decir lo que casi cuesta la botella entera a PVP en alguna web o supermercado, un albariño a 8€ la copa y lo que es de re-traca es el tinto,un Ederra crianza,a otros 6€ la copa, su precio en el supermercado está en 6'90€ a día de hoy(la botella).
Es una auténtica vergüenza y la excusa del personal es que a "los clientes tales vinos les gustan"
Huelga decir que en mallorca hoy en dia basta tener dinero y ser residente extranjero para que una serie de pseudo restaurantes de lujo con paredes diáfanas y un séquito de camareros -aduladores no sólo te vendan lo que quieran a cualquier precio, si no que encima te vas del local, estafado y satisfecho al ver lo bien que tu dinero compra todo.
Sitio absolutamente excluyente para locales y gente de Mallorca y con los brazos abiertos para los de siempre que cuanto más pagan,más a gusto se sienten.
Hagànselo mirar.
Fui al Nova Del Mar y me encantó la experiencia. El local tiene una atmósfera moderna pero acogedora, ideal para una comida frente al mar.
Pedí un plato de marisco y estaba exquisito: fresco, bien cocinado y con sabor auténtico. También probé una ensalada de la casa como entrante, que fue ligera pero sabrosa. El servicio fue atento y cercano, siempre dispuesto a recomendar lo mejor del día.
La terraza con vistas aporta un toque especial, y comer con el sonido de las olas de fondo hace que todo se disfrute más.
Es heisst jetzt Canblanc^^!!!!!
Das Essen war sehr gut, die Bedienung hervorragend und gastfreundlich. Der Chef leider eine Zumutung! Anstelle sich um die Kunden zu kümmern, sass er den ganzen Abend beim Inhaber am Tisch. Wir haben ihn darauf angesprochen, was er nicht akzeptierte. Er wollte uns als Kunden belehren und meinte, es gehe uns nichts an, wie er seinen Job zu erledigen habe. Ich selber führe mehr als 120 Leute und weiss eines: Sei auf der Fläche, nahe beim Kunden und deinen Leuten - nur so hastes du Erfolg und Rückhalt! Schaut runter zu Bruno’s, da ist der Inhaber mit seiner Frau jeden Tag im Restaurant und es ist voll - und dann vergleicht mit euch…? Das Letzte war dann, dass er als Chef auf seine Chef de Service verwiesen hatte, welche den Job nicht macht… Wie armselig ist das als Chef, keine Verantwortung zu übernehmen… Wir kommen wohl kaum nicht mehr….
My experience here was average. The restaurant has a nice vibe—cozy yet modern, with a layout that feels welcoming. The staff was courteous, but service was a bit slow, especially when it came to refills. The menu looked promising, with plenty of choices for different preferences. However, the food was just okay. My main course was fine but didn’t have the depth of flavor I expected. The sides were alright, and the dessert was actually pretty good. Prices were fair, but I felt like the quality didn’t quite match. It’s not a bad place, but it didn’t leave a strong impression. I’d consider trying it again, but I’m not in a rush.